Desafíos

Las salas de reuniones convencionales suelen plantear dificultades en cuanto a experiencia de usuario y eficiencia. La configuración de todo el sistema de reuniones requiere múltiples subsistemas independientes para audio, proyección en pantalla y software de reuniones, lo que aumenta los costes y compromete una experiencia fluida. A menudo, los usuarios se enfrentan a conexiones inestables entre estos subsistemas y a una calidad de visualización inadecuada. Durante las reuniones a distancia, a menudo se pierde tiempo debido a una comunicación deficiente y a la ausencia de herramientas eficaces de colaboración en línea.

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  Los sistemas de reuniones convencionales tienen un coste elevado porque requieren múltiples componentes independientes, como proyectores, pizarras, sistemas de audio, cámaras de vídeo y software de conferencias en línea.
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  Las proyecciones de reuniones adolecen de conexiones poco fiables y de un rendimiento de pantalla deficiente.
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  La ausencia de herramientas de colaboración eficaces reduce la productividad, sobre todo en las reuniones en línea a distancia.